martes, 9 de diciembre de 2014

CALAMAR A LA PLANCHA RELLENO DE BOLETUS






    El amigo Miguelón llega todos los años a la isla al final del verano, como las llampugas. Se las he visto pelear con gusto aunque, generalmente, prefiere rascar los fondos con jigs que se fabrica él mismo. En Bilbao le da, cómo no, a la lubina. Y últimamente anda tras los dentones cantábricos.

    Si los calamares apretaran como los bonitos del norte, seguro que los buscaría. Pero como no, deja que los pesque yo y él ya me cocina unos cuantos kilos cuando viene. Le salen muy ricos en su tinta. Porque Miguelón cocina y, además, le gusta. También le gusta explicarlo y por eso en su blog  http://miguelon-arrainak.blogspot.com.es/  tiene recetas muy sabrosas y muy bien contadas.

 


    Este año se trajo unos boletus (Boletus edulis). Los cogió cerca de su casa y los conservó al vacío después de saltearlos un poquito. Y ya en la isla, nos hizo unos calamares a la plancha sencillos, sutiles y elegantes. Con todo el sabor del mar y del monte. Os cuento:


Foto: Miguelón



    Se limpian los calamares y se dejan los tubos enteros. Troceamos tentáculos, brazos y aletas. En una sartén con aceite, sofreímos media cebolla. Salamos, dejamos que se dore un poco y añadimos los trozos de calamar. Salamos y salteamos a fuego fuerte. Cuando el calamar haya empezado a blanquear, añadimos los boletus. Dejamos cocinar a fuego vivo y añadimos alguna hierba aromática. En muy poca cantidad. Cuando el boletus haya soltado buena parte del agua de vegetación, retiramos del fuego. Eliminamos líquido y dejamos atemperar.


                            


    Embutimos el salteado en el cuerpo del calamar, cuidando de no llenar demasiado porque el tubo encogerá en el fuego. Cerramos con un palillo.




Calentamos la plancha, aceitamos y colocamos los cuerpos del calamar cuando esté bien caliente. Dejamos dorar, a fuego rápido, unos minutos por cada lado. No hay que dormirse: el relleno ya está cocinado y si nos pasamos en la plancha el calamar quedará gomoso.

  A la fuente, con un poco de sal gruesa o en escamas.




En el plato con unas patatas fritas, por ejemplo, y una vinagreta de aceite, limón y alguna hierba aromática fresca.




    Como veis, la receta es sencilla. Pero el sabor es complejo, limpio y muy equilibrado. Un calamar a la plancha ya está bueno, sin más. Y unos boletus salteados sin más, también. Juntos, estos dos productos casan muy bien si conseguimos no enmascararlos. Poca cebolla, poca hierba y poco tiempo de cocción. El plato no necesita más.

    El relleno acabará de soltar sus líquidos dentro del tubo y el resultado será un calamar crujiente por fuera y jugoso por dentro. Una delicia.




    Se puede rellenar con cualquier seta que tengamos a mano. En este caso, el boletus nos trae todo el aroma del bosque húmedo. Y la textura de su carne liga muy bien con la textura de la carne de un buen calamar cocinado en su punto.

    Gracias, Azu, Susana, Berri. Gracias, Miguelón!!! El año que viene yo busco la seta y tú pescas el calamar!!! Un abrazo, campeón!









4 comentarios:

  1. Hola,

    Que bien se esta en Ibiza al final del
    verano.

    Calamares no creó que pueda llevar, pero podemos rellenar una lubina con calamares.

    Esta muy chula la entrada y las fotos son geniales.

    Saludos y buena pesca.

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    1. Me alegra que te guste la entrada, Miguelón. Un abrazo de toda la familia.

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  2. Qué gozada Curro, se nota que has disfrutado tanto con la comida como con la compañia, un placer leerte. Un saludo.

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    1. El calamar estaba de muerte y Miguelón es un fenómeno. Cómo no disfrutar. Gracias, Jones!!

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