martes, 16 de julio de 2013

ESPERANDO AL PEZ

 


      La temporada de peces empezó tarde y mal. Muchas salidas sin ver un solo animal que llevarse a la caña. Y cuando los hubo, no supe pescarlos.

    Ya hasta los espetones, que nos han salvado de muchos bolos por estas fechas, parecen haberse aprendido la lección. Activos durante prácticamente todo el día en mayo y junio, nos hemos visto las caras muchas tardes de aguas claras, con persecuciones protocolarias a cada cambio de artificial y muy pocos ataques. Quién me lo iba a decir hace tan solo un par de años cuando, injustamente, casi los despreciábamos por fáciles y abundantes. Buena cura de humildad y una moraleja: no hay pez fácil de pescar que lo sea para siempre.

   Y luego están los palometones. Pocos, muy pocos he visto esta primavera. Y los he echado verdaderamente en falta porque son los reyes de la superficie en esas fechas. Días de mucha muñeca y poco pez. Para ellos parece que este año tampoco ha habido primavera.




     Ya mediado junio la cosa cambió. Pescando casi en mar abierto, con grandes fondos y en puntas que dan a las autopistas de paso de los primeros pelágicos de bando, que anuncian el verano de jigs y grandes minnows y stickbaits. Los primeros estorninos, los grandes espetones que, ahora sí, no pueden resistirse a un bocado voluminoso y proteico. Y este pez.



      Hermoso, potente y listo. Un buen pez, para un principio de temporada que es mejor olvidar.

      Os dejo con el vídeo de la suelta y os cuento algo más en un par de meses. Abrazos.