domingo, 18 de noviembre de 2012

NOVIEMBRE


      Es como no saber muy bien qué ropa ponerse. ¿Hace frío o hace calor en otoño? ¿Vamos a los calamares o probamos con los últimos peces?

      Ya el otro día eché de menos llevar en la caja un pajarito. Con el sol bien puesto se me formó una concentración de barcas casi a tiro de caña. Seis barquitos al calamar con su foco bien puesto dentro del agua. Llegó muy rápido, ya de noche, una lancha que se colocó en mitad del grupo. La Guardia Civil, pensé. La verdad es que yo no veo mucho a los guardias por estos mares, así es que me pareció casi un milagro. Pero las barcas siguieron a lo suyo y la lancha se unió al festival. Espero que no fuera la Guardia Civil...

      Pensé que si uno no se empeñara en vivir en un estío perpetuo ya podría haberme echado en la mochila una camiseta para los fríos y algún pajarito para sumarme al coro de tramposos.

      Pero no, sigue uno esperando los últimos peces arriba. O buscándolos más lejos, más hondos. Todavía queremos algún palometón. Como éste, joven y mal prendido, para estrenar la 2'40 de esta temporada.








      Pero esa noche, en mitad del silencio delincuente de las barcas y los focos, pude oír los sifonazos del calamar. Así es que empieza ahora un tiempo casi imposible en que uno lo quiere todo. Calamar y pez. Eging y Spinning. Sol y abrigo. Es el otoño.






2 comentarios:

  1. Me sumo a tus seguidores, enhorabuena por la iniciativa, iremos comentando las entradas.
    En cuanto a los matuteros(asi le llamamos a los furtivos por aqui)no hay remedio, la benemerita nunca esta cuando y donde se le necesita, otras cosas quizas la hagan bien pero en cuanto a perseguir furtivos un 0 hay que darles
    Un abrazo

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    1. Gracias por pasarte por aquí, Gaucho!
      Con los matuteros parece que no hay remedio. Trampean sin disimulo y da pena verlos. Así nos va.
      Esperamos verte pronto por las piedras.
      Feliz año y un abrazo.

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